lunes, 25 de marzo de 2013

Esquisto Gas (Shale gas)


El gas de esquisto, también conocido como gas de lutita o gas pizarra (en inglés: shale gas y en francés: gaz de schiste), es un hidrocarburo en estado gaseoso que se encuentra en la formaciones rocosas sedimentarias de grano muy fino. Este tipo de gas natural se extrae de zonas profundas en terrenos donde abunda el esquisto, rocas de lutitas o argilitas ricas en materia orgánica. El interior rocoso del esquisto presenta baja permeabilidad, lo que impide su ascenso a la superficie Por ende, para la extracción comercial de dicho gas, es necesario fracturar la roca hidráulicamente.



El gas de esquisto a nivel mundial

Estados Unidos está viviendo una de las mayores revoluciones de la producción de los últimos 30 años, y todo esto gracias al Shale Gas. La producción del Shale Gas se ha incrementado drásticamente en estos años y el petróleo de esquistos crece cada vez a un mayor ritmo. 
 La extracción del Shale Gas es más costosa que la del gas natural, por ejemplo, ya que se tiene que extraer de las estructuras geológicas en las que está atrapado y por lo tanto, es más costoso. 

Sin embargo, a medida que se avanza en tecnología, los precios de extracción del Shale Gas van disminuyendo. Se han realizado recientes avances respecto a la perforación horizontal e hidráulica de las estructuras geológicas, haciendo cada vez más viable comercialmente extraer el Shale Gas atrapado en las capas de roca sedimentaria.


El gas de esquisto abunda en países que no son exportadores de crudo o gas tradicional, entre los que se encuentran Francia y Chile. Y, gracias a una mayor oferta de gas, los precios de ese hidrocarburo podrían disminuir considerablemente.

Método de extracción

Algunos depósitos de esquisto contienen reservas de gas natural que no pueden ser explotadas  utilizando métodos convencionales. El fracturamiento hidráulico consiste en la perforación vertical de  un pozo profundo hasta el yacimiento y luego girar la perforación en forma horizontal dentro del  depósito. Por allí se inyecta arena, agua y químicos en la capa rocosa, creando grietas que permiten  que el gas se filtre hacia el exterior. Estas grietas pueden extenderse hasta unos pocos cientos de  metros en la roca desde el pozo de inyección. La hidrofracturación es la propagación de las fracturas en una roca o la producción de nuevas  fracturas mediante la inyección de un líquido a presión.


Impacto ambiental

Los problemas asociados al fracturamiento hidráulico han sido objeto de gran preocupación en  Estados Unidos. En Norteamérica es donde la explotación del gas de esquisto se ha llevado a cabo más intensamente y donde las experiencias han generado conocimiento acerca de los impactos  ambientales. En consecuencia, la Agencia de Protección Ambiental estadounidense (EPA) anunció,  en marzo de 2010, que llevaría a cabo un estudio para investigar los riesgos para la salud humana y  el medio ambiente, particularmente en relación a la calidad del agua. Además, los impactos debidos al movimiento de vehículos, el consumo de agua, el ruido y la alteración del paisaje también  necesitan ser considerados como parte de una evaluación holística.


El balance de la extracción del gas de esquisto está llamado a un debate ecológico y medioambiental, pues a esta industria se le acusa de destruir fuentes de agua dulce tanto exteriores como subterráneas.
También se le critica por aumentar la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero, principalmente de dióxido de carbono. Geológica-mente  a la extracción de este tipo de gas, se le acusa de ser responsable de al menos dos temblores de tierra en Gran Bretaña y otro en Arkansas.
En Quebec, un reciente estudio demostró que los yacimientos de extracción sufren de fuertes emanaciones de gas, lo que despertó un fuerte rechazo de la población local hacia esta industria
En el siguiente Vídeo se podrá observar la técnica empleada para la explotación de el Gas de Esquisto 



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